jueves, 18 de noviembre de 2010



VITORIO INDIO INDOMABLE.

Los gritos como aullidos se extienden a lo largo de la noche, los guerreros bailan, y se preparan para la guerra, los más valientes muestran sus trofeos: Cabelleras arrancadas a prisioneros y soldados blancos, Americanos, y Mexicanos. La batalla ha sido breve pero provechosa, lograron un gran botín de manera rápida, celebran pues su victoria ,Sobresale un apache, la historia y el mito dicen que tiene ojos azules, o sea no es indio, es un mestizo, Mexicano o Gringo lo mismo da , es alto de piel morena por el sol, temible por su bravura y crueldad, le llaman Victorio. Pero todo mundo le dice Vitorio.

A principios de 1877 Vitorio es el líder de 500 Apaches que andan cometiendo tropelías en las regiones de Chihuahua, Sonora, Arizona, Nuevo México y áreas circunvecinas, su origen como persona es incierto, muchos dicen que se llama Pedro Cedillo, que fue raptado de un rancho de Ojinaga cuando era un niño, otros dicen que Se llama Avelino que fue raptado de Cienegas Coahuila, Otros que es un tal John Smith, Platter, o cualquier apellido que le quieran poner,lo mismo da , la verdad es que Vitorio es la encarnación del mismísimo demonio.

Hacia 1829, la migración de colonos Mexicanos y Europeos a las grandes llanuras y desiertos del nuevo continente propició un encuentro brutal entre las culturas locales y las nuevas.La táctica española de enviar a los frailes a pacificar a los apaches fue infructuosa, muchos murieron trágica mente.Otros tuvieron un éxito relativo, los aceptan pero no se someten a la ley que traen, No quedó otro remedio que la guerra. Arrebatarles a los indios que viven ahí sus tierras, sus medios de vida. Muchas tribus se rindieron sin pelear, otros como los Chiricahuas, los Siux, asimiláron rápidamente la tecnología que traían los blancos ávidos de oro y se volvieron diestros en el manejo de el rifle, el cuchillo, el hacha. Tremendos jinetes de caballos salvajes , cazadores indómitos , tienen algo de agricultura pero no es su fuerte, lo suyo es la caza.


Vitorio es la viva imagen del Indio temible e indomable, no ríe, no pestañea, parco de palabras y ensimismado en sus pensamientos, mira a lo lejos y sus ojos entrenados son capaces de distinguir objetos pequeñisimos a gran distancia, Una vez mas tendrá que entrar en batalla, ordena a sus tropas y espera. No hace mucho tiempo que el gran jefe Sioux Tatanka Iyotake le ha pegado una chinga a los gringos, en la batalla de Little Big-Horn, el general Custer ha muerto, el guerrero Caballo Loco ha sido el gran ganador y el jefe indio se ha cubierto de gloria. Dice la leyenda que Toro Sentado Bailó 14 días sin parar y en ese éxtasis guerrero los dioses le revelaron la forma de vencer a los demonios Blancos.


Sin duda la leyenda no es desconocida para Vitorio quien atento a el horizonte espera la victoria sobre los invasores..... Rememora una vez mas: Es una guerra interminable, los invasores no se acaban nunca y cada día llegan más, no han bastado las matazones a caravanas, los migrantes se asientan en las tierras llenas de pasto y agua, buscan frenéticamente en las montañas donde creén que hay un metal brilloso y ellos lo tienen por gran valor. Acaban con los árboles, alejan al bisonte y traen extraños animales,tienden cercos y se aprópian de algo que no es suyo, muchos blancos se defienden con fiereza, también són hábiles ten el manejo de armas. En los poblados recién formados se apilan cientos y cientos de buscadores de oro, de aventureros y asesinos que propagan enfermedades, lo mismo le venden armas y alcohol a los Indios que a Mexicanos y filibusteros , cualquiera que pueda pagar el precio., Muchos nativos se aproximan a los poblados, asimilan la cultura, se hacen amigos, y son tolerados, pero la ambición del colono es grande lo quiere todo a cambio de nada. Ni hablar, las cosas han cambiado para los indios,si los blancos espantaron la caza, ahora los indios robarán el ganado, si han construido presas para el agua las destruirán y dejarán que le río fluya como siempre, si tienden cercos los romperán, si se atreven a ir mas allá mataran al que se arriegue. Es una guerra.


Vitorio hace tiempo que quizo rendirse, se cansó de tanta guerra, sus andanzas con Mangas Coloradas, en Arizona, con Cochise en Apache pass, le han enseñado que en esta guerra nadie se va a rendir hasta que uno de los bandos caiga abatído. Consiente de que el enemigo es más numeroso y mejor armado explora la propuesta de los jefes blancos y que otros jefes indios ya han aceptado. Le ofrecieron a el y su gente tierras y apoyos, ya ha visitado las reservaciones, y se había hecho a la idea de vivir como colono gringo, pero tiene muchas dudas y rencores. Los militares han engañado y traicionado a su amigo Mangas Coloradas, roturándolo y decapitándolo,dicen buscar la paz pero persiguen con fiereza a Nachez, a Chihuahua Mangas , y al gran Jerónimo. Vitorio no ve más salida. Vivir arrinconado y limitado o morir peleando. Primero decide aceptar la oferta de los blancos, en 1872 año en que muere el presidente de México, Don Benito Juarez acepta su confinamiento en Tularosa, se hace a la idea de que pueden vivir como los blancos, sembrando y criando ganado, pero siglos de costumbres no se pueden arrancar de un solo tajo. Además no es lo que esperaban, no es lo que quieren, se sienten humillados. Temiendo una insubordinación la tribu entera es obligada a moverse a otra región: San Carlos. Un lugar más árido y menos amigable, aprende pues que la perfidia del blanco es grande, no quiere convivir con el, solo desea su destrucción para quedarse con sus tierras, dos años le bastan y en 1879 decide levantarse nuevamente, esta vez no habrá retorno.

Vitorio es un demonio, es la encarnación del mal hecha Indio, ninguna comunidad de Arizona , Nuevo México ,Texas, Chihuahua o Sonora e Incluso algunas regiones de California están a salvo. Vitorio con su gente arrasa poblados, ranchos, caravanas. Secuestra mujeres, Mata hombres, se lleva niños que piensa, serán como él, un día se convertirán en orgullosos guerreros. Roba ganado y se apropia de los utensilios de los colonos. Su conocimiento del terreno lo hacen invencible, El ejército los persigue con fiereza pero eso les tiene sin cuidado, son capaces de cabalgar 100 kilómetros en una jornada, . Así que se adentra a las fronteras de México. Llegando al estado de Chihuahua o Sonora según sea la necesidad. Aquí se sienten seguros, la orografía del terreno es difícil, perfecto para emboscadas y guerrillas.


En Chihuahua y Sonora, los mestizos han prosperado, en extensas llanuras crían ganado. Buscan oro y metales preciosos, ademas el ejército mexicano está ocupado en varios menesteres, apaciguando la guerra de los Yaquis, conteniendo a los filibustéros que intenta apropiarse del territorio de la Baja California etc. Vitorio piensa que puede operar mejor aquí que en Los USA, allá las cosas ya no son tan fáciles, los acosan por todos lados y la capacidad de fuego de los soldados gringos es ahora notoriamente mejor. Así que deciden asentarse en la frontera entre Chihuahua , Sonora y Los USA, caminan o deambulan de Piedras Negras a Janos Chihuahua, adentrandose inclúso hasta Durango o Coahuila, buscan la paz pero ya es demasiado tarde, las tropelías que por años hán ocasionado les há ganado una muy mala fama, Los colonos y el mestizo estan de acuerdo: El mejor Indio es el Indio Muerto. Nunca les perdonarán las incursiones a ranchos y comunidades, donde mataron poblados enteros, Dicen que Vitorio era muy cruel, que gustaba de ver a sus víctimas agonizar en medio del dolor, tampoco le perdonaran que robara el oro de los gambusinos y mineras. Ese metal tan extraño los volvia locos, Vitorio se valia de ello, cambiaba oro por armas, los blancos jamás le preguntaban de donde lo obtenía, aun que la mayoría sabia que lo robaban y para ello mataban gente. Dice la leyenda que Vitorio al Igual que Pancho Villa escondió mucho oro que le arrebato a Texanos y Mexicanos que eran cientos de costales y barras que dejó en las cuevas de Chihuahua o De Eagle Pass Texas.


Vitorio no tiene miedo, está dispuesto a pagar el précio, pero la vida del que vive entre el pelígro suele ser corta. Para 1880, las tácticas del Gobierno Mexicano hán prosperado, han aprendido de las derrotas y de los reveses, además el apoyo de las comunidades mestizas y de los Tarahumaras es decisiva, El Coronel Joaquín Terrazas, primo hermano del Gobernador y terrateniente de Chihuahua Luis Terrazas está decidido a terminar con ésta amenaza. Há conformado un grupo experimentado, dentro de sus filas hay, Tarahumaras, Mezcaleros, y uno que otro extranjero. La temible expedición tiene un óbjetivo: Aniquilar a los Apaches. Meses de exploración y estudio les dicen como operan los apaches, se enteran de que ahora traen familia, mujeres, niños, ancianos. Serán más temibles por que tienen algo que defender, pero también mas vulnerables por que ya no se podran mover con facilidad. Asi que la expedición los busca en los nuevos asentamientos de los que se han apropiado: Coyame. Sin dar trégua a la tropa el Coronel Terrazas inícia la campaña, imitando a los apaches, lanza a la tropa en una salvaje cabalgata, dentro del mito poco creible: Dicen que los rifleros Tarahumaras van a pié, que corren a la par del caballo haciendo honor a su nombre: Raramuri's o pies ligeros.


Vitorio esta de pié, ya sabe que lo buscan y aguarda paciente, ordena a su gente que se mueva, que vayan a sitio seguro llevando mujeres y niños, en la llanura desértica en la que se han asentado hay tres formaciones rocosas que han sido bautizadas como tres castillos, decide que ahí le harán frente al enemigo mientras los demas escapan, Sin miedo se sube a su caballo, toma su rifle y espera pacientemente .Una gran polvareda se levanta a lo lejos la batalla será a morir, no ha dejado reducto de huida, ofreceran su vida por el escape de los suyos. Sus ojos azules brillan, la tensión previa al combate es insoportable. Miles de ideas y sentimientos se agolpan en el pecho , lo ahogan las emociones, y sin sentir,sin pensar , de su pecho escapa el famos gríto de guerra , en un instante cientos de gargantas sonoras se escuchan, retumba la tierra y el antaño temible grito apache ya no espanta al enemigo, el encontronazo es terrible.


Mauricio Corredor, Tarahumara reclutado por Terraza es diestro en el manejo del rifle, apenas habla español pero decide ir a la lucha por que los apaches los han masacrado, sin respetar el parentesco de sangre incursionáron hace tiempo en varias comunidades tarahumaras y mataron a muchos quitandoles la caballera. Mauricio es joven, ligero, su piel cobriza brilla mientras su coyera como distintivo hace que Vitorio lo mire, a la distancia se estudian y se lanzan el uno contra el otro, Vitorio preso de la fúria que acostumbra se lanza a galópe tendido mientras sus bravos lo siguen, Mauricio mas sereno toma su rifle y le apunta al corazón, en instantes, el grito apache se confunde con las primeras detonaciones, Vitorio es alcanzado por la certera bala, el impacto lo desploma del caballo y apaga su grito de guerra para siempre, sus guerreros no se arredran continuan el combate, pero ya sin su lider se sienten huerfanos. sin su guia los que no son muertos se dispersan, y huyen. Cuando la batalla termina Mauricio y Terrazas junto con la tropa contemplan al demonio cuyo solo nombre producía miedo, les embarga una emoción encontrada, han ganado una batalla, pero saben que están lejos de ganar la guerra. El 14 de Octubre de 1880 El Apache Vitorio ha muerto. Sus Ojos azules se cierran, pero su fantasma seguirá recorriendo el estado . Muchos no lo creen, otros celebran. Ironías de la vida, un blanco que vivió entre Indios sera el estandarte, el ejemplo para los futuros jefes que jámas se rendiran.... Tiempo despues Mauricio Corredor tambien morirá en esta guerra que se escribió con sangre y dolor en tierras Mexicanas y Americanas.



Referencias:

La guerra Apache. Filiberto Torres

Wikipedia Biografia de Victorio

Hombres de Chihuahua Gob. Del estado Biografias

Ruben Guerra Carta a Silvestre Flores.. Geocities/GS

Extractos de Juarez en Chihuahua de Jorge L Tamayo

El tesoro del Apache Victorio de Ruben Davila Farias

Notas del periodico el Heraldo de Chihuahua

con motivo del 120 aniversario de la muerte de Victorio.

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